Enrique Mateos ha asumido este lunes la presidencia del Consejo de Participación de Doñana, una posición que ha tomado con la firme intención de fomentar el diálogo y la colaboración entre diferentes sectores. En sus manifestaciones, el nuevo presidente ha destacado la importancia de continuar la labor llevada a cabo por su predecesor, Miguel Delibes, a quien reconoce como un “referente” en la biología y en la conservación de este valioso ecosistema.
Mateos expresó su agradecimiento a la Junta de Andalucía, especialmente a la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, por haberlo seleccionado para continuar la labor de Delibes. Subrayó la admiración que siente por Delibes desde su infancia, señalando que su apellido está intrínsecamente ligado a la historia de Doñana. Este legado, para Mateos, representa tanto un desafío como una fuente de inspiración en su nueva responsabilidad.
Uno de los enfoques principales que Mateos ha revelado son los esfuerzos por incrementar el “diálogo” entre los miembros del Consejo, asegurando que se mantendrá la continuidad que Delibes estableció, facilitando así la participación activa de la sociedad. Este compromiso con la comunicación abierta es visto como un paso fundamental para abordar los desafíos que enfrenta la región.
No obstante, el nuevo presidente ha declarado que también es imperativo mejorar la “permeabilidad” del Consejo, reconocendo que cada miembro representa diferentes sectores de la sociedad. Se ha comprometido a ser un puente para aquellos que deseen proponer proyectos que beneficien la conservación de Doñana. “Es fundamental que aquellos que tienen iniciativas en mente sientan que pueden acercarse al Consejo”, indicó Mateos, mostrando su intención de fortalecer la conexión con la comunidad local.
Mateos ha reiterado la necesidad de “empoderar” al Consejo de Participación, considerándolo un “órgano clave de colaboración entre administraciones”. A su juicio, los resultados del Pacto por Doñana, firmado hace un año, evidencian la efectividad de un trabajo conjunto en la preservación del entorno natural.
En cuanto a los temas tratados en su primer Consejo, Mateos mencionó el Plan de Trabajos Anuales para 2025 y la evaluación del estado hídrico de Doñana. Agradeció a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir por proporcionar un detallado informe sobre el año hidrológico 23-24. “Estos datos, aunque preocupantes, deben motivarnos a implementar políticas efectivas que se alineen con el Plan de Doñana”, comentó, enfatizando la necesidad de actuar con celeridad y eficacia para garantizar la conservación del espacio.
Finalmente, el nuevo presidente subrayó la relevancia de las conclusiones de diversas comisiones de trabajo y destacó la inquietud por la mina de Aználcollar, señalando que este asunto realza la función del Consejo como un foro donde se escucha a la sociedad. Esta interacción es algo que se ha solicitado en plenos anteriores, lo que refleja un compromiso por parte de Mateos para dar voz a las preocupaciones de la comunidad en torno a la conservación de Doñana.
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