María Jesús Montero, figura clave del PSOE como vicesecretaria general, ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno, ha reafirmado su confianza en que el partido prosperará en tiempos de dificultad. Durante un acto celebrado en Jerez de la Frontera, ha instado a sus compañeros a no dejarse abatir por las adversidades recientes, particularmente en relación con escándalos como el 'caso Koldo'. En lugar de lamentarse, Montero ha enfatizado la necesidad de un compromiso renovado con la ciudadanía y la defensa de su líder, Pedro Sánchez, frente a las críticas del Partido Popular.

En su discurso, la ministra puso de relieve que el PSOE se enfrenta a "días complicados", pero aseguró que el partido está preparado para responder ante cualquier crisis. "Siempre actuamos con rapidez y contundencia ante situaciones difíciles", afirmó, subrayando que el PSOE es un partido que exige responsabilidad de sus miembros y no tolera actitudes contrarias a sus valores fundamentales.

Montero también expresó cómo el partido se enfrenta a la corrupción con seriedad. Con un tono claro, afirmó que las actitudes desaprobadas por los socialistas son inaceptables y que la militancia del PSOE se mantiene firme en su exigencia de ejemplaridad, a diferencia de otros partidos políticos. Este compromiso ético es vital para el buen funcionamiento y la imagen del partido, y Montero insistió en la importancia de mantener ese estándar frente a cualquier desliz.

La ministra, mostrando su frustración, hizo eco de la indignación de muchos matrimonios socialistas ante la conducta inapropiada de algunos de sus miembros. "No toleramos la explotación ni el uso indebido de influencias", comentó, añadiendo que el partido ha tomado medidas para erradicar esas actitudes completamente de su organización.

Respecto a la oposición, Montero acusó al Partido Popular de emprender una campaña de desprestigio contra Peter Sánchez. En su opinión, los ataques del PP no son meramente políticos, sino que buscan destruir la figura del presidente a través de engaños y desinformación, un acto que según ella pretende desestabilizar el proyecto socialista que representa.

"Lo que vemos es un ataque sistemático que no busca más que socavar a nuestro líder", argumentó Montero, sugiriendo que la estrategia del PP es una de las acciones más desesperadas que han cometido. Alentó a sus militantes a levantar la voz y unirse en la defensa del proyecto socialista.

En cuanto a la corrupción, Montero afirmó que el PSOE no se rendirá ante las amenazas de la derecha, refiriéndose en particular a la necesidad de permanecer unidos y solidarios en tiempos difíciles. También expresó su convicción de que ninguna elección o moción de confianza hará que el PSOE ceda el poder a fuerzas que desean revertir los avances sociales logrados.

La ministra también hizo hincapié en el dolor que han sentido muchas mujeres socialistas ante las recientes controversias relacionadas con la prostitución. Montero se comprometió a llevar un proyecto de ley al Congreso que abole la prostitución, defendiendo una postura abolicionista por parte del partido que considera esencial para la dignidad de las mujeres.

Agradeció la solidaridad de los hombres de su partido, quienes, según su relato, han condenado de manera unánime el uso de la prostitución. Montero destacó que el PSOE es pionero en incluir en su código ético la incompatibilidad de ciertos comportamientos con la militancia, marcando un paso importante hacia la protección de los derechos de las mujeres.

Por último, Montero remarcó que "ser socialista implica ser feminista". Hizo un llamado a continuar defendiendo los derechos de las mujeres frente a cualquier intento de ser utilizados como instrumentos en el juego político. En su visión, la lucha feminista es intrínseca a la ideología del socialismo y un imperativo ante la adversidad que enfrenta la sociedad contemporánea.