ALMERÍA, 31 de octubre. En un preocupante incidente, la Iglesia de San Roque, ubicada en el barrio de Pescadería de la capital almeriense, fue objeto de un robo que ha causado un gran revuelo en la comunidad. Los delincuentes, en su asalto, provocaron considerables daños a puertas y armarios, aunque afortunadamente el patrimonio religioso del templo se salvó del vandalismo.

Según informaciones proporcionadas por la Comisaría de la Policía Nacional, se ha puesto en marcha una investigación destinada a aclarar lo sucedido. La unidad de Policía Científica está trabajando de manera intensa en la recolección de pruebas y pistas, en conjunto con la Policía Judicial, para dar con los responsables de este acto delictivo.

A pesar del incidente, las hermandades de San Roque han asegurado a los feligreses y vecinos que las imágenes sagradas se encuentran "en perfecto estado" y que las joyas del templo no fueron hurtadas. Sin embargo, han expresado su pesar por los daños ocasionados durante el asalto, perpetrado en la madrugada del pasado jueves, y que ya ha sido denunciado formalmente.

Las hermandades han comenzado a llevar a cabo las medidas necesarias para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad del recinto religioso. La comunidad ha sido informada de que los daños se han concentrado principalmente en elementos como lámparas y colectores de limosna, además de que los delincuentes causaron una reprobable falta de respeto al defecar en el interior de la iglesia.

A pesar de la alarma que ha generado este suceso, las hermandades del Calvario y del Carmen han querido enviar un mensaje de calma a todos los fieles, confiando en que se trate de un evento aislado. "Reiteramos nuestro compromiso con la protección y el cuidado de nuestro templo, así como de todo lo que representa para nuestra comunidad cristiana de San Roque", manifestaron en un comunicado oficial.

Cabe recordar que este no es el primer episodio desafortunado que sufre la Iglesia de San Roque; en abril, la Policía detuvo a un joven por su participación en varios incidentes perturbadores durante los cultos, donde se vio involucrado en gritos e insultos durante la vigilia del Domingo de Ramos.