Crónica Andalucía.

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Empleados de Agrupaejido en Almería se manifiestan por la inminente implementación de un ERTE que impactará a cerca de 150 trabajadores.

Empleados de Agrupaejido en Almería se manifiestan por la inminente implementación de un ERTE que impactará a cerca de 150 trabajadores.

ALMERÍA, 26 de septiembre. Los trabajadores de Agrupaejido han decidido protestar el próximo 1 de octubre frente a sus instalaciones en La Redonda, El Ejido, en respuesta a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a aproximadamente 147 empleados, lo que representa el 95% de su plantilla. Este ERTE se ha planteado como no rotativo y tiene una duración prevista de dos años.

La manifestación, que comenzará a las 10:00 horas, es una respuesta a la creciente angustia que sienten los empleados tras el anuncio de esta medida la semana pasada. Lo más preocupante es que no se ha logrado un acuerdo satisfactorio respecto a la implementación del ERTE, el cual se inició el 1 de septiembre sin la aprobación por parte de los empleados.

Representantes de la plantilla han informado a Europa Press que la dirección de Agrupaejido les ha asegurado que el ERTE ya está en marcha. Sin embargo, los trabajadores apuntan que no han recibido notificación oficial, ni siquiera a través del SEPE o el Instituto Nacional de la Seguridad Social, lo que los mantiene en una situación de incertidumbre laboral. “No podemos solicitar el desempleo, ni hacer nada en estas circunstancias”, han expresado sus preocupaciones.

Desde el 18 de septiembre, los empleados que forman parte del ERTE no han podido desempeñar sus funciones laborales. En esa fecha, recibieron una carta donde se les informaba de la “suspensión de la relación laboral” con efecto inmediato y una duración hasta el 19 de septiembre de 2027, aunque se les aseguró que podrían ser llamados nuevamente cuando la empresa lo considere necesario.

Por su parte, la FICA-UGT de Almería ha iniciado acciones legales ante esta situación colectiva que afecta a los trabajadores, muchos de los cuales tienen entre 20 y 30 años de antigüedad en la empresa y no tienen opción de reclamar despidos ni tomar acciones legales en este marco.

Francisca Ramírez, secretaria provincial de FICA-UGT, ha hecho hincapié en la preocupación sobre el futuro de Agrupaejido, que actualmente tiene a la venta su centro de subastas en La Redonda y está alquilando el centro de comercialización de Las Marinas en Roquetas de Mar. También ha mencionado las deudas acumuladas con los productores agrarios, quienes han dejado de enviar sus productos a la empresa.

Los trabajadores han expresado desconfianza hacia esta “decisión empresarial”, señalando que los únicos excluidos del ERTE son aquellos empleados que laboran en las oficinas. Esto ha llevado a serias dudas sobre la viabilidad de mantener la producción sin suficiente mano de obra.

“No entendemos cuál es el plan para recuperar la empresa, y no vemos solución a corto plazo”, han compartido, en medio de la sospecha de que la gerencia busca liquidar activos para hacer frente a las deudas con un fondo de inversión que anteriormente rescató a la compañía de un concurso de acreedores, del cual emergió en 2023.

El Juzgado de lo Mercantil 1 de Almería finalmente declaró concluido el concurso de acreedores de la empresa hace aproximadamente dos años, pues había demostrado que había superado su situación de insolvencia, la cual la llevó a solicitarlo en 2015 con una deuda superior a 70 millones de euros.

El juez, al revisar el caso, indicó que la empresa había logrado esta recuperación gracias a la “actividad productiva”, al “cumplimiento de obligaciones” y a la “negociación” con los acreedores, además de obtener financiación necesaria.

En este contexto, los trabajadores también han denunciado que han surgido problemas con los agricultores proveedores, quienes han dejado de llevar sus productos a las subastas de Agrupaejido. “Desde abril no ha llegado ni un solo kilo de productos”, han manifestado, en medio de la situación crítica.

Se ha informado que varios agricultores se han organizado para presentar demandas por impago, mientras que la empresa les pide paciencia en la búsqueda de financiación, lo que ha llevado a muchos a hacer pública su situación a través de redes sociales y medios especializados.