GRANADA, 30 de mayo. En su visita a la emblemática ciudad de la Alhambra, Felipe VI ha comenzado su jornada en la Basílica de la Virgen de las Angustias, donde actúa como hermano mayor perpetuo. Acompañado por el cálido clima de este viernes, el rey fue recibido con entusiasmo y honrado con una medalla de la hermandad, así como la firma en el libro de honor del templo.

La conexión del rey con la hermandad se remonta a los inicios de la veneración a esta imagen mariana, originada en una ermita a la orilla del río Genil en 1501, construida gracias a la donación del cuadro de la Piedad por parte de la reina Isabel la Católica a la parroquia de San Matías.

Durante su visita, Don Felipe estuvo rodeado de diversas personalidades, como el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; el delegado del Gobierno en la región, Pedro Fernández; la alcaldesa granadina, Marifrán Carazo; y el arzobispo José María Gil Tamayo. Bajo la atención de numerosos periodistas y ciudadanos que celebraban su presencia con vítores, el monarca accedió a la basílica a través de la entrada principal, dirigiéndose al altar donde la imagen mariana había sido estratégicamente colocada de manera que los fieles pudieran admirarla desde el ingreso al camarín.

Antes de ser rey, Felipe VI asumió el rol de decano de honor de la hermandad y, en esta ocasión, reafirmó el vínculo de la Corona con la comunidad al recibir formalmente su medalla, un honor que ha sido mantenido por sus antecesores históricos, según se comunicó desde la propia hermandad de la Virgen de las Angustias.

La visita del rey, facilitada por el teniente general José Manuel de la Esperanza, continuó hacia otros puntos de interés en Granada, como el Real Monasterio de San Jerónimo, donde llevó a cabo un acto junto a representantes de las Reales Maestranzas de Caballería. La agenda del monarca también incluyó una reunión con una delegación del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica en el céntrico Hotel Santa Paula.