
SEVILLA, 7 de agosto. En Andalucía, los comerciantes expresan su preocupación por el descenso en las ventas tras la liberalización de los periodos de rebajas. Este año, describen la temporada como "decepcionante", un panorama que no hace más que intensificar la crisis en un sector crucial para la economía local y la creación de empleo.
Rafael Badós, presidente del Comercio en Andalucía, junto a Antonio Gemio, presidente de Huelva Comercio, han manifestado a Europa Press que las expectativas, ya de por sí bajas, se han visto cumplidas. "El inicio de este mes ha sido problemático, con ventas que han superado nuestras peores previsiones", comentó Gemio, señalando incluso que algunos comercios podrían enfrentar pérdidas financieras.
El comercio de cercanía en la región es fundamental, aportando riqueza y cohesión social, además de tener un impacto significativo en la economía. En Andalucía, de los 581,450 autónomos, el 24.7% se dedica al comercio, lo que significa que uno de cada cuatro trabaja en este sector.
Asimismo, se registran en la comunidad 144,000 empresas y 170,000 establecimientos comerciales que generan un volumen de negocio cercano a los 85,000 millones de euros. Este sector no solo es crucial a nivel local, sino que también representa el 13.2% de la actividad económica y un 11.5% del PIB nacional.
Badós hizo hincapié en que la liberalización de los periodos de rebajas en 2012, durante la crisis financiera, estableció un nuevo modelo comercial que favorece a las grandes cadenas en detrimento de los pequeños negocios y el empleo local. La situación actual causa un daño considerable a los comercios independientes, que lidian con un ecosistema comercial desregulado.
La institución sigue abogando por la regulación de los periodos de rebajas, aunque Badós admite que la lucha contra las grandes distribuidoras es compleja. "Estamos perdiendo terreno, ya que estos grandes operadores no quieren regresar al antiguo formato de rebajas", explicó.
En la actualidad, los consumidores enfrentan un "escenario de descuentos constantes", lo que ha reducido el impacto positivo de las rebajas de verano a apenas unos días. Recordó que, en el pasado, estos periodos eran fundamentales para el sector comercial, generando ingresos significativos.
Los cambios en el clima, junto con las temperaturas extremas, también han influido en las ventas, advierte Badós. "El cambio climático está afectando a las campañas comerciales, no solo en verano, sino a lo largo de todo el año", agregó. Sugirió que los comercios evalúen sus horarios durante las olas de calor para optimizar su funcionamiento.
Gemio identificó varios factores que han contribuido a la disminución de las ventas: la ola de calor que afectó a principios de julio y la persistente alta inflación. "La inflación está convirtiéndose en la principal barrera que enfrentan nuestros clientes para llegar a fin de mes", destacó, señalando que una vez que cubren sus gastos, lo que les queda para comprar es prácticamente nulo.
Al finalizar las rebajas el 31 de agosto, Gemio prevé que muchos comercios podrían enfrentar pérdidas, al igual que sucedió el año anterior, y que la recuperación será difícil con el poco tiempo que queda. Sin embargo, habló sobre las medidas que se están diseñando para reactivar el consumo en el comercio local, asegurando que, en colaboración con diversas asociaciones, están planificando iniciativas para atraer de nuevo a los clientes a sus establecimientos.
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