Crónica Andalucía.

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El SAS implementa hoy un plan para gestionar el aumento de infecciones respiratorias.

El SAS implementa hoy un plan para gestionar el aumento de infecciones respiratorias.

SEVILLA, 31 de octubre. En un movimiento anticipado por la salud pública, el Servicio Andaluz de Salud (SAS), que forma parte de la Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, ha activado, desde el pasado viernes, su plan de alta frecuentación en los hospitales de la región. Este paso se ha dado para preparar a los centros médicos para atender un posible incremento en la gravedad de los casos de infecciones respiratorias, tales como la gripe, COVID-19 y bronquiolitis.

La información fue proporcionada por el consejero de Sanidad, Antonio Sanz, durante su intervención en una comisión parlamentaria donde presentó los aspectos más relevantes del presupuesto destinado al área sanitaria para el año 2026. El objetivo de este plan es "reducir el impacto de las infecciones respiratorias durante la temporada de otoño e invierno", indicó el consejero.

En sus declaraciones, Sanz enfatizó la importancia de garantizar una atención sanitaria eficaz y segura para los grupos vulnerables, mediante una estrategia bien coordinada. Esta incluye acciones de prevención, detección temprana y una reorganización de los recursos disponibles en todos los niveles de atención, abarcando desde la Atención Primaria y Hospitalaria hasta el centro de emergencias Sanitarias 061.

El plan, que se mantendrá operativo hasta el 15 de marzo, incluye una serie de medidas y protocolos de actuación que van desde iniciativas de prevención y detección precoz de casos sospechosos —con un enfoque en la vacunación y la vigilancia epidemiológica—, hasta la capacidad de reorganizar recursos ante potenciales picos de atención o implementar acciones específicas adaptadas a distintas circunstancias.

Para alcanzar estos objetivos, se establecerá un sistema de monitoreo y seguimiento de enfermedades respiratorias, como la gripe estacional y el COVID-19, que afectan principalmente a personas mayores, niños y pacientes con enfermedades crónicas. Este sistema, coordinado por la Dirección General de Asistencia Sanitaria del SAS, permitirá "detectar y anticiparse" a situacionse de alta demanda y ajustar la actividad asistencial en consecuencia.

Los centros de salud comenzarán a observar una serie de indicadores que fortalezcan la capacidad de respuesta ante "presiones asistenciales", incluyendo datos sobre la atención en urgencias, variables relacionadas con las hospitalizaciones y otros indicadores intercentros. El incremento en las solicitudes de urgencias hospitalarias será el criterio fundamental para activar las diferentes fases de alerta establecidas en el plan.

Al igual que en el año anterior, el plan clasifica las situaciones en cuatro fases: Fase 0, de normalidad; Fase 1, de estabilidad; Fase 2, de aumento moderado; y Fase 3, de aumento sostenido. Cada fase conlleva medidas concretas adaptadas al nivel de demanda en cada centro, que van desde reuniones diarias de seguimiento hasta la coordinación entre Atención Primaria, hospitalaria y el 061, así como la reorganización de personal sanitario.

En lo que concierne a la atención primaria, el plan incluye un protocolo destinado a servir de guía para los centros de salud, incorporando medidas que promueven la coordinación continua, el impulso de la cobertura de vacunación, y acciones informativas para promover las pautas de prevención y el uso adecuado de los recursos asistenciales. Además, se busca potenciar la atención domiciliaria a través del trabajo de los profesionales de enfermería.