El Tribunal Supremo (TS) ha desestimado la solicitud de la defensa de Yassine Kanjaa para que el caso fuera trasladado a los juzgados de Algeciras, reafirmando que la Audiencia Nacional es el órgano encargado de juzgar lo relacionado con terrorismo.

En una decisión emitida el 10 de diciembre desde Madrid, los magistrados del TS han decidido mantener la competencia de la Audiencia Nacional en el juicio contra Kanjaa, quien ha sido acusado de ser el autor de un ataque terrorista en enero de 2023 en Algeciras. Este ataque resultó en la trágica muerte del sacristán Diego Valencia en la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, así como en varios heridos.

La Sala de lo Penal del tribunal ha rechazado el recurso de casación que fue interpuesto por la defensa de Kanjaa. Los jueces argumentan, en consonancia con la postura de la Fiscalía, que “la competencia no viene determinada por la realidad de lo sucedido, sino por las pretensiones que ejercitan las acusaciones”.

“Si se acusa de un delito de terrorismo y esa acusación ha superado el filtro de la apertura del juicio oral, eso será lo que determine la competencia, que debe radicar en la Audiencia Nacional”, subrayan los magistrados. Además, enfatizan que “solo la Audiencia Nacional puede condenar por dicho delito, así como absolver por el mismo”.

La defensa de Kanjaa había sostenido en reiteradas ocasiones que el caso fuera traspasado a juzgados de Algeciras, argumentando que el estado psíquico del acusado impedía que se pudiera considerar que actuaba con una finalidad terrorista.

Sin embargo, el TS ha señalado que transferir el caso a un tribunal distinto significaría anticipar una decisión que solo puede tomarse después de un plenario, luego de que se haya realizado la apertura del juicio oral. “No podemos prever la decisión sobre elementos subjetivos u otros aspectos de la figura penal sin la práctica de pruebas correspondientes”, enfatizan los magistrados.

En consecuencia, el tribunal concluye que, dado que ya existen acusaciones presentadas por delitos de terrorismo y se ha abierto el juicio oral, es la Audiencia Nacional la que debe llevar a cabo el juicio de los hechos en cuestión.

La Fiscalía, que ha presentado su escrito de acusación, solicita la imposición de 25 años de prisión por un delito de asesinato terrorista, 15 años adicionales por un segundo delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, y 10 años por un delito de lesiones terroristas, lo que suma un total de 50 años de cárcel por los actos cometidos en enero de 2023.

En su acusación, el fiscal detalla que el 25 de enero de 2023, alrededor de las 18:30 horas, Kanjaa ingresó en la iglesia de San Isidro en Algeciras e increpó a una persona que estaba dentro, cuestionando su fe al gritar: "¿Por qué crees en una escayola?", mientras mostraba una imagen de la Virgen.

Después de este incidente, Kanjaa tomó una Biblia y la golpeó contra un banco antes de salir gritando "El mundo se va a acabar" y "Allah". Más tarde, se fue a su casa, apagó su teléfono móvil y tomó un “machete de grandes dimensiones” que escondía bajo su cama.

Cerca de las 19:00 horas, en la calle Cristóbal Colón, se encontró con un hombre al que atacó por la espalda, golpeándolo en la ceja y rompiéndole las gafas. Continuó golpeándolo en el hombro y en el pecho mientras gritaba: "Tú trabajas para la magia", exhibiendo el machete que llevaba oculto.

Quince minutos después, según la Fiscalía, Kanjaa regresó a la iglesia de San Isidro armado con el machete, donde se estaba llevando a cabo una misa con unos diez asistentes. En ese momento, el sacerdote intentó escapar por el pasillo, pero Kanjaa lo persiguió y lo atacó, dejándolo en el suelo tras propinarle un fuerte golpe en la nuca con el machete.

Posteriormente, Kanjaa salió de la iglesia de San Isidro y se dirigió hacia la iglesia de Nuestra Señora de la Palma, a unos 200 metros de distancia. Allí, a las 19:28 horas, ingresó al patio de la iglesia donde se encontraba el sacristán.

Según la Fiscalía, Kanjaa se abalanzó sobre el sacristán, comenzando a golpearlo con el machete. El religioso intentó defenderse usando una silla e intentó escapar del patio hacia la plaza, pero Kanjaa lo alcanzó y continuó golpeándolo.

Diego Valencia, el sacristán que perdió la vida, cayó en la plaza, donde Kanjaa se acercó y le propinó dos golpes contundentes con el machete, uno en el cuello y otro en la cabeza, causando las lesiones que le llevaron a la muerte. Este ataque ha generado un gran impacto en la comunidad, que demanda justicia y seguridad ante actos de este tipo.